Epílogo de una temporada de caballa que mostró una mejor cara – revista puerto

2022-11-07 17:03:19 By : Mr. Jeron Zhong

Publicación independiente dedicada al sector pesquero.

La flota fresquera superó las 13 mil toneladas de captura, casi el triple de los desembarques registrados el año pasado. La materia prima sirvió para atender una demanda creciente y congelar para la temporada baja.

A diferencia del año pasado cuando la temporada de pesca duró un suspiro y luego de un período de mal tiempo los pocos barcos que la pescaban dejaron de encontrar las marcas en la sonda, cambiaron las redes y la especie objetivo, 2022 fue el año de la recuperación del magrú en la zona de El Rincón.

Con 13.289 toneladas desembarcadas al 25 de octubre del stock al sur del 39º S, la industria conservera dispuso de materia prima de forma que, si bien hubo momentos de irregularidad en los tamaños, el balance general es de conformidad.  El año pasado los desembarques de magrú habían alcanzado apenas las 4.448 toneladas.

“Es el último viaje que hacemos, ha sido una muy buena temporada”, resumió Miguel Di Costanzo, en referencia al “Júpiter II” el único que todavía quedaba con redes de media agua para la captura del magrú en el muelle de Deyacobbi. “Este año pudimos pescar bien y de manera sostenida”.

Del total desembarcado, la flota fresquera de altura aportó 9.939 toneladas, en tanto la flota costera 3.341 toneladas, aunque tal vez en este grupo haya algunos anaranjados que ahora se pintaron de rojo como el “Calleja”.

“Ya no compramos más como para dejarle posibilidades a las lanchas”, acota Alejandro Pennisi, de Natusur, una de las conserveras que demandó magrú por estos meses. “Ha sido una buena zafra, pudimos comprar para producir y también dejamos mucho en cámara para descongelar en baja temporada”, remarcó.

El guiño para las lanchas amarillas vale porque el año pasado, de no ser por su aporte, las fábricas la hubiesen pasado mucho peor. Al menos alcanzó para producir algunas semanas y que el stock no pierda tanto volumen.

Hoy con las restricciones a las importaciones por la falta de dólares, la industria conservera puede responder a la demanda sostenida del mercado interno. “Los supermercados y mayoristas nos están pidiendo productos y lo más importante, vemos mayor espacio para la producción nacional en góndolas”, destaca el industrial.

La estadística que marca la evolución de importaciones de conserva, al menos hasta agosto, no había registrado ninguna merma. De la 36 mil toneladas importadas, 23.096 toneladas correspondieron a “preparaciones y conservas de pescado”, en referencia principal al atún, por casi 90 millones de dólares. La cifra representó apenas un +0,2% en volumen y un +10% en divisas en el comparativo de los primeros ocho meses del año pasado.

En la industria conservera local aseguran que esas restricciones comenzaron a observarse a partir de septiembre, donde también se registró una mayor demanda por parte de los grandes clientes. “La anchoíta también vino bien, todos estamos haciendo sardina y salado y guardando un poco como para estar trabajando tranquilos hasta después de Semana Santa”, subrayó Pennisi.

El sector también negocia paritarias con el SOIP por la rama de la conserva. Desde el gremio, como a CaIPA, le solicitaron otro 50% de reajuste salarial. En este caso el primer tramo retroactivo a octubre y la segunda cuota antes que termine el año. “Seguimos negociando”, informó el también dirigente de la Cámara de Industriales del Pescado.