Apertura de la temporada de pesca en el Correntoso: en la desembocadura del río más corto

2022-11-07 16:48:17 By : Ms. Yoyo Cao

Cada primero de noviembre, pescadores de Villa la Angostura y de todo el país se reencuentran en este río conocido como “el más corto del mundo”. El Colo Dezurko, que pesca ahí desde hace 30 años, cuenta los secretos de este lugar.

La desembocadura del Correntoso, todos los inicios de temporada, reúne a los pescadores que desde las primeras luces prueban suerte.. Fotos gentileza: @colodezurko.

Dicen que El Correntoso es uno de los ríos más cortos del mundo. En esos 200 metros el Colo Dezurko pasó parte de su vida. Llegó a los 10 años a vivir a Villa la Angostura y su casa está a cinco cuadras de la desembocadura del Correntoso. Se crio en esas costas y a los 13 años miraba atentamente lo que hacían los mosqueros. Hoy, sigue con los pies en el agua como guía de pesca del Parque Nacional Nahuel Huapi. Desde allí lamenta que el río no se cuide, pero también asegura que se viene una gran temporada en el “lugar maravilloso para pescar”.

“En los 90, fueron los inicios más lindos, una pesca hermosa, la historia más entrañable de la desembocadura. Es perfecto para pescar, se pescan muchas truchas ”, dice el guía que en realidad se llama Hugo, pero cuando llegó a la villa andaba con la cara colorada por el calor del fuego de la estufa a leña y con la llegada del gas natural de Colo solo le quedó el apodo.

En la desembocadura los pescadores más grandes transmiten el mensaje. “A mí, me enseñaron ellos y yo cada vez que veo gente más joven, les muestro eso que me dieron. Desde los 13 mamé la cultura de ser cordial, respetuoso, que hay que pescar y cuidar el ambiente. Por eso el Correntoso es conexión, es un lugar tan pequeño que te lleva sí o sí a compartir y relacionarte con otras personas”, destaca.

Es una zona preferencial, un lugar chico, emblemático, histórico. Tiene récords, mucha cantidad de peces. Al ser una masa de agua grande, lleva mucho alimento para la trucha. Por lo general, al concentrar alimento los peces se acarduman y mientras está el agua fría, hay buen caudal de truchas.

“Vienen de todos lados del país a buscar la trucha arcoíris con una genética perfecta, la trucha del Nahuel Huapi, que en cualquier parte del mundo darían lo que sea por sacarlas. Son muy combativas, formadas, muy recuperadas para después de un desove. Eso es lo que desea cualquier pescador, la lucha entre el animal y el hombre, es lo que más gusta”, relata.

Eso atrae pescadores de todo el mundo para estas fechas. Es emblemático por todo esto y en su la historia también se sacaron récord. Lo que siempre se desea son las truchas de 5, 6, 7 kilos, que son las que menos se dan, aunque confiesa que es una pena que “las grandes no se consiguen tanto como antes”.

“Este año hubo mucha nieve, hay un nivel de agua muy alto que ayuda que la pesca sea muy buena. Cuando hay agua se pesca en todos lados. El pez puede andar en las costas, donde hay alimento. Creo que va a ser una apertura buena, porque hace varios años que no tenemos tanta agua”, dice el Colo, y en los últimos días recorre el lugar para ver como viene.

El lago es grande y soporta presiones, por lo que siempre va a haber peces, pero no puede engañar y también agrega que muchas cosas están cambiando.

Que el crecimiento rápido del pueblo, la falta de un control fuerte y el manoseo, ponen en riesgo el lugar. “Pocas personas leen el reglamento. Antes la gente andaba con el librito de pesca, hoy lo tienen en los celulares, pero no lo leen, solo pagan, van con el permiso y parece que es todo. La naturaleza muchas veces queda a la deriva”, confiesa (ver recuadro).

Códigos: sale uno, entra otro

Lo ideal es ir y compartir. Tienen permiso preferencial y hacen pesca con rotación. Hay dos sectores, el del hotel y el del pueblo, y en cada uno entran dos o tres personas. Ahí son unos tiros, dos o tres pasos, tiro, dos o tres pasitos y salen para que entre otro. Si se enreda una línea y se pierde una mosca, se sale. Si hay una captura la persona se aleja, se saca una foto y hace la devolución.

“Cuando se pelea la trucha, no hay que llegar al límite de fatiga, porque moriría la pieza. A la hora de la foto, también tiene que ser rápida. Ahí estamos muchas veces para explicar eso. A algunos se les traban los pies en el piso, y los cargamos, le silbamos. Es claro, se entra, y hay que rotar”, explica el pescador.

Se pesca con mosca obligatoriamente. Los anzuelos no tienen que tener rebaba, porque es menos dañino. En equipos, para esta época el Colo recomienda una caña 7 u 8, de acción rápida, que para algunos son pesadas, pero genera menos desgaste en el pez. Y al estar enfrentados al viento que predomina, esa caña es mejor.

La mosca que usan es relativo, hoy en el atado, el realismo creció tanto que hay mil opciones. “Usamos moscas que imiten al pescadito, al cangrejito y bichito”, dice el pescador. Aconseja que las líneas no deben ser muy pesadas porque no es muy profundo. “Es mejor que no bajen tan rápido, porque hay mucha piedra y si no la pueden perder. La gente que no tiene wader está limitada por el agua fría, pero vi gente que va con jean y pesca”.

“Acá se conoce mucha gente, se comparte información y eso es lo más lindo que tiene el río. A veces voy y ni armo la caña, porque es más lo que pesco a través de las personas que lo que tiro yo”, analiza el Colo e invita a cuidar el lugar.

Respetar y aprender para cuidar

Se pesca se comparte, se aprende, se disfruta. En El Correntoso pasan cosas lindas pero son muchos los que denuncian que no se cuida. Algunos salen con sus celulares y escrachan a la gente que se anticipa a la temporada, o cuando salen a pescar a la noche, en invierno. “Hay personas que van, pescan, no solo para comer, los restaurantes se los compran, eso es triste. Yo pienso en mi hijo y quiero que lo disfrute”, dice Dezurko.

Relata que se señala mucho a los guardafaunas pero los recursos que les dan a veces son pocos. “Nos cobran permiso de pesca común y preferencial, pero no sabemos qué se hace con la plata. Por ahí no tienen vehículos, son dos o tres para un radio muy grande, no hay guardias, no tienen protección”, cuenta.

La solución que proponen es que se tome conciencia. “Hay gente que estudió, y en el reglamento expone si se pueden sacrificar piezas y cuantas. Al que le gusta comer el pescado, que lo haga. Hay que tener en cuenta que el sacrificio no sea a un macho adulto, reproductor, ni una hembra reproductora”, explica.

Hay tamaños medianos, que son ideales porque genera menos impacto. «Muchos tienen el concepto de la más grande a la parrilla y la más chica el agua y es al revés, porque cuesta mucho que la trucha llegue a ser reproductora. A la mayoría, le gusta sacar la grande, pero si se sacrifica se está matando al creador», concluye.

El Colo Dezurko está en redes como @colodezurko, contacto: 2944214869.

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